La Práctica
Para realizar esta única tarea de construir su vida, el ser humano necesita alumbrar ese rinconcito donde está, quitar el encofrado de las experiencias acumuladas que nos robotizan, obstaculizan el vernos y nos impiden transformar el corazón de piedra en corazón de carne.
Poder escuchar la sinfonía de su contacto con la vida real, única manera de volverse unidad con todo: máximo esplendor de un instante humano.
Esta tarea comienza con lo que tenemos más a mano, el cuerpo. Estudiarlo en sus acciones más fundamentales: de pie, caminando, sentado y acostado. Comenzando fundamentalmente por la posición sentada como la mas idónea para poder ver claramente esos encofrados apegos que nos determinan.
Zazen
La postura sedente de zazen, es la esencial de nuestra práctica enraizada en la Realización y Transmisión búdica, abierta en numerosas escuelas y linajes.
Kin Hin
Es la práctica vertical, caminar calmo ritmado con la respiración. Desde esa concentración – ahora y luego -, momento a momento habitar el cuerpo. Estar presente en cada sensación, emoción y movimiento de la mente.
Samu
Es el trabajo para la comunidad que se realiza con espíritu de generosidad y entrega, de forma voluntaria, sin ánimo de provecho personal, para el bien de todos.
Es un trabajo, por lo general físico, hecho de una manera consciente. Las tareas deben ser llevadas a cabo en silencio, a pesar de que se permite hablar en voz baja cuando se necesita aclaración o más instrucciones.
Este trabajo se realiza con atención vigilante, concentrada exclusivamente en la tarea y con dedicación cuidadosa. En pocas palabras, es otra forma de la práctica de meditación realizada durante el trabajo.
Dojo Zen de Sevilla
Nuestro dojo de Sevilla del cual se han formado los demás dojos andaluces y otros no andaluces, se fundó allá por el año 1976 por un monje sevillano, Antonio Shoten Orellana, discípulo del maestro Deshimaru. Con él empezó la práctica zen en Sevilla y ha continuado, a veces con dificultad, hasta el día de hoy.
Taisen Deshimaru le puso a nuestro dojo el nombre de: HO UM DO “Lugar de la Nube Preciosa”.
Aquí no llueve mucho pero, después de tantos años de práctica, los azarosos avatares de la vida nos hacen seguir esperanzados en ser nube preciosa que humedezca y vivifique nuestras secas tierras.